lunes, 8 de marzo de 2010

Estertor.


Olvidemos todo de una vez, así, hagamos un trato que podamos sostener.
Aquí, al menos un rato.
Acurruquémonos, mi amor, todo estalla en derredor.
La miseria y su estertor nos mata.
Acurruquémonos, mi amor, fulminemos el rencor, que sólo sobrevive del pasado.
Y ahora fue todo reducido a cenizas.
No queda ni una sola pista. De lo que fue, no hay más.

jueves, 4 de marzo de 2010

Te quedas.


Desde que ya no hay más sombras.
Desde entonces puedo volar.
Vi mi cuerpo en esa cama. Parte queda parte se va.


Solo queda media hora, lo que tardo en llegar acá.
Tres palabras que me sobran. Pero se que vas a escuchar.
Quien soy yo para juzgaste.
Que más tengo que esperar.
Si el rencor no es mío. No lo voy a usar.
Te voy a mostrar mi casa. Pero queda en otro lugar.
Ya no voy a poder verte. Pero se que vas a escuchar.

Saber cuando parar.


Nunca conocio la gloria, en cuestiones del amor.
Con acercarse a la victoria se conforma un perdedor.
Y te tendre que dejar escapar, se que lo voy a lamentar, pero te digo amor que hay que saber cuando parar cuando parar.
Te digo amor, no te pongas triste corazon. Que el sol no va a brillar, quedate tranquilo que va a haber tiempo para bailar para bailar.
Nose cuantos angeles te quieren ayudar, pero tengo la esperanza que ninguno va a poder desnudarte no de cuerpo, sino de alma, disfrutar ese placer.
Y la verdad nose bien a que tengo miedo, nunca fui mucho de apostar.
Una corazonada me dice es hora de pagar.
Y lo peor es que estos dias ando seco, no tengo un peso para dar.
Las lagrimas quiero guardarlas para mi juicio final.
Y cuando tu cigarro se consuma sin parar, siempre mi voz vas a escuchar y ahi te vas a decir que hay que saber cuando parar.
Cuando parar.